La conocida mala relación con la prensa del 45º presidente de los Estados Unidos, el magnate excéntrico Donald Trump, hizo dudar de su continuidad en el puesto desde el primer minuto tras su victoria. El tiempo, en gran parte, le ha dado la razón.
No digo nada nuevo si afirmo que parte del éxito de Trump se debe a su penosa relación con la prensa. Tampoco es desconocido que, precisamente eso, es lo que genera la aversión hacia su persona. Es decir, la prensa y Trump son una relación de amor-odio (Trump les necesita para hacerse notar y ellos le necesitan porque les da titulares), pero con la balanza del éxito declinada hacia el señor del tupé inalterable. ¿Por qué? Porque la campaña orquestada a nivel mundial en su contra fue la estocada final de la credibilidad de muchos de los medios con un más que claro sesgo político hacia posturas progresistas.
El nuevo gobierno de Irak busca alejarse de Irán. Desde el pasado 12 de mayo, el nuevo primer ministro de Irak es Mustafa al-Kadhimi. Durante su intervención ante el parlamento del país, el primer ministro enfatizó su intención de «imponer el prestigio del estado» lo que se traduce en que el Gobierno pueda controlar los grupos armados en Irak. Kadhimi se refiere de forma implícita a los grupos milicianos pro iraníes que responden a la disciplina de los comandantes del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica Iraní (Sepah Pasdarán).
Son varias las milicias iraquíes apoyadas por Teherán; las tres principales son Kataib Hezbollah, Asa’ib Ahl al-Haq y Kataib Sayyed al-Shuhada, todas están fuera de la autoridad del estado iraquí a pesar de que nominalmente forman parte de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una organización militar paraguas que coordina las fuerzas que proyectan el poder iraní en toda la región.
Si algo podemos tener claro respecto al coronavirus es el efecto petrificador que está teniendo en las economías modernas. El panorama que nos deja el coronavirus no es otro que el del país con mayor capital humano del planeta recuperado frente a un mundo en shock.
Confinado en el estudio de mi hogar, quisiera compartir un análisis geopolítico y geoeconómico de la situación actual tras los cambios producidos por la pandemia del Covid19.