Recientemente se han hecho públicas las estadísticas de homicidios en España del período 2010-2012. Hay mitos que se corroboran y otros que se desmontan. Sirva este artículo para enterrar el hacha de guerra entre ambos sexos favorecido por partidos y colectivos. El homicidio es demasiado complejo como para achacarlo a cuestiones tan banales como el género.
El Ministerio de Interior ha publicado el Informe sobre el homicidio en España 2010-2012 en colaboración con la Policía Nacional y las universidades Autónoma, Complutense, Comillas y Udima de Madrid y la de Barcelona (UB).
Es este un documento muy sensible teniendo en cuenta las circunstancias que vivimos socialmente sobre este tema, en especial con relación a la mujer, que certifica ciertos mitos como el de los asesinatos a manos de mujeres y de delincuentes extranjeros. Por otro lado, y dado que en España todavía sigue habiendo una gran mayoría de población autóctona, los españoles suponen el mayor número de homicidas como veremos más adelante. Aquí surge una duda ante un dato no reflejado: ¿cuántos españoles de los considerados nacionales han sido nacionalizados y/o han nacido en España de madre extranjera?
Permítanme ir detallando ciertos datos y lanzar algunas preguntas a lo largo de este artículo.
- Homicidio, clasificación y estadísticas generales
- Europa, claroscuros
- España, segundo país con menos muertes violentas de Europa
- Homicidio y componente sexual
- Perfiles de las víctimas
- Diferencias entre hombres y mujeres
Homicidio, clasificación y estadísticas generales
Según reconoce nuestra Constitución en su artículo 15, “el derecho a la vida es un derecho fundamental”. Algo no reconocido como tal es el aborto, es decir, el infanticidio, y en el último año 2017 se abortaron a 94.123 niños por diversas consideraciones. En 2015, los abortos superaron los 98.000 contando únicamente con 20 bajo el presupuesto de violación. Es decir, una gran mayoría de los abortos se producen por cuestiones económicas o simplemente como “método anticonceptivo” y no aparecen como estadísticas.
Parece que se sigue considerando al niño como no-persona, legado de la execrable exministra socialista Bibiana Aído.
Los homicidios intencionales se clasifican en tres grupos: aquellos relacionados con actividades criminales, con cuestiones interpersonales y con motivos sociopolíticos. Estos últimos se consideran prácticamente inexistentes porque bandas terroristas como ETA, Terra Lliure, GRAPO, etc. ya no asesinan.
Hay varios factores que condicionan el número de homicidios como la alfabetización, el sistema sanitario o la corrupción de las fuerzas de seguridad. En el año 2012, a nivel mundial, se registraron 437.000 víctimas siendo más de un tercio de ellas en América (36%), seguido de África (34%), Asia (28%). Del total, el 95% de los homicidas son hombres, pero también son mayoría víctimas (79%).
Europa, claroscuros
El pico máximo de homicidios en el continente se alcanzó en 1990, aunque “ha disminuido un 30% desde finales del siglo XX” relacionado con “una mayor cultura de autocontrol y a valores culturales más conservadores”. Resulta muy llamativa esta afirmación ya que nuestros gobernantes nos empujan hacia un mundo multicultural progresista, justo lo contrario a lo que sirve como control contra los homicidios.
En la actualidad, Europa presenta la menor cifra de homicidios del mundo con una ratio global de 0,9 por cada 100.000 habitantes. Destacan, eso sí, ciertos lugares como el noreste (países escandinavos y la Federación Rusa), el Algarve en Portugal, Córcega, determinadas zonas del sur de Italia, Ámsterdam, Bruselas, Praga y Viena. En el caso de Londres, los ataques con arma blanca se han disparado y, según fuentes oficiales, todo apunta a que son bandas de extranjeros los culpables de este aumento. Muchos de estos ataques se producen a plena luz del día.
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España, segundo país con menos muertes violentas de Europa
A pesar de lo que repiten una y otra vez los medios de comunicación más importantes del país, España no solo es uno de los países más seguros de Europa, sino del mundo.
En 35 años, de 1980 a 2015, ha habido 13.348 homicidios, siendo el pico máximo en 2004 debido al atentado del 11-M en Atocha.
Cabe resaltar que entre 2010-2015 el máximo ratio de asesinatos se alcanza en Ceuta con 2,8 por cada 100.000 habitantes donde más de cuatro quintos de los inmigrantes son musulmanes. El mínimo se alcanza en Salamanca con 0,19.
Homicidio y componente sexual
De 2010 a 2012 se aprecia un leve descenso pasando de 491 homicidios a 364. En este período la mayoría de asesinatos corresponden al ámbito interpersonal: motivados por discusiones fueron 139, por violencia familiar 127 y, por “violencia de género”, 130.
Por “violencia de género” en España se entiende aquella que surge «como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aún sin convivencia». Aquí surge una pregunta obligada: si el asesinato de Laura Luelmo no se ha considerado “violencia de género” porque el atacante no conocía a la víctima, ¿porque no se incluyen, según ese racionamiento, las muertes por “violencia de género” dentro de la violencia doméstica/familia?
Sencillamente porque no interesa dado el disparatado caudal de financiamiento que reciben ciertas asociaciones y partidos políticos por presentar un problema -el asesinato de mujeres- como algo que no es -asesinato cuya única motivación es el género de la víctima-. El hecho de excluir automáticamente otro tipo de causas (pasionales, económicas, consumo de drogas, etc.) hace un flaco favor a las verdaderas víctimas maltratadas y dificulta la solución al problema.
De hecho, España es el tercer país más seguro para las mujeres de toda Europa, según datos de 2015. Queda claro, por si había alguna duda, que los hombres no son feminicidas por nacimiento.
El informe señala que “los delitos contra la libertad sexual suelen ter a mujeres como víctimas y a hombres como autores principalmente, por lo que se considera que estos delitos tienen un componente de desigualdad de género”. ¿No hay desigualdad a nivel mundial ya que el 79% de las víctimas de homicidio son hombres? ¿Cuándo subrayamos la desigualdad de género y por qué?
Resulta que, en España, el 55,6% de las víctimas en este campo son mujeres y mayoritariamente extranjeras (55,6%). Por lo tanto, hay un 44,4% de hombres asesinados que son obviados en el informe.
Perfiles de las víctimas
Aquí se rompe la narrativa feminista y el dogma de que la mujer es la víctima principal. Mueren más hombres por motivos de discusión o de violencia doméstica que mujeres (133 y 86 en hombres respecto a los 11 y 57 en mujeres). En total en España, el 61% de los asesinados son hombres; el resto, mujeres.
¿Esto no se considera violencia de género? No, porque la violencia de género es solo del hombre a la mujer y no al revés. ¿Entonces la mujer no mata al hombre por ser hombre? Según la narrativa actual no, ya que entonces no justificarían las ayudas recibidas y todo el entramado actual se vendría abajo. Seguramente hayan escuchado a más de una persona justificar el asesinato de un hombre a manos de una mujer diciendo “algo habrá hecho”. ¿Se imaginan en sentido opuesto?
Otro dato llamativo es la nacionalidad de las víctimas por tipología delictiva. Hay más muertos españoles en casos de violencia interpersonal y más extranjeros en casos de actividades criminales. De aquí se extrae un dato políticamente incorrecto: son más los extranjeros que participan en actividades criminales y violentas que españoles (robo, mafia, prostitución, bandas…)
Diferencias entre hombres y mujeres
En el informe se afirma, sin ningún tipo de rubor, que “los trabajos que estudian a la mujer homicida suelen ser escasos” y que “en España no se conoce ningún estudio científico al respecto”. ¿Se dan cuenta de que nos intentan vender la imagen del hombre asesino por naturaleza sin siquiera haber estudiado el papel homicida de la mujer en la sociedad? Esta confirmación por parte del Ministerio de Interior es de extrema gravedad por lo que ello implica.
Según el documento, “tradicionalmente, se ha asociado a las mujeres homicidas con problemas mentales, que conllevan al asesinato de los propios hijos, o a actos de defensa propia si la víctima es la pareja […] también se considera que se trata de actos impulsivos, sin planificar, con un bajo nivel de violencia”.
Esto, evidentemente es falso. Valgan los dos siguientes ejemplos para demostrarlo: una mujer marroquí asesina al marido, lo descuartiza y lo cocina; una mujer rusa mata en Mallorca al marido, lo descuartiza y se lo da de comer al perro.
Más adelante en el informe, en cambio, se señala que “ambos sexos asesinan un porcentaje similar de parejas sentimentales y las mujeres matan mucho más que los hombres en el ámbito del hogar, a miembros de la familia”. De hecho, el 86,7% de las víctimas de menos de 18 años fueron asesinadas por mujeres. Es evidente que la mayoría de los homicidios provocados por mujeres no son en situación de legítima defensa. Las homicidas de un estudio recogido en esas páginas “no estaban deprimidas y solo un quinto se hallaban bajo el efecto de sustancias tóxicas”.
En comparación, el 80% de las víctimas de homicidas mujeres son familiares, de los que el 50% son parejas sentimentales y un 30% menores, mientras que las víctimas de hombres son con mayor frecuencia desconocidos.
Otro estudio recogido en el informe señala que “en el 61% de los homicidios de menores en el hogar, la autora es la madre”.
Con este breve acercamiento a los homicidios según su sexo quedan claro dos puntos. Primero, los hombres matan más mujeres que en sentido inverso, pero los hombres suponen cuatro quintos de los asesinatos totales. Segundo, la mujer es la principal homicida en el ámbito familiar, con especial incidencia en los niños, es decir, son las principales infanticidas.
Queda claro que la violencia no tiene género y que las causas de esta son muy diversas como para simplificar argumentado que la única razón por la que hombre mata a una mujer es por su condición como tal.
Urge una ley que equipare todas las violencias penalmente para que puedan tratarse con los medios necesarios y se deje de criminalizar, injustamente, a la mitad de la población española por razón de sexo algo que, por cierto, viola la misma Constitución.